miércoles, 30 de junio de 2010

Doñana.



Las marismas de Doñana y sus alrededores se utilizaban desde hace tiempo como coto de caza, pero ya en 1969 se creó el Parqwe Nacional de Doñana, en 1989 el Parqwe Natural de Doñana, y en 1994 fue catalogado por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.

Doñana cuenta con numerosos ecosistemas, entre los qwe encontramos zonas de matorral, dunas, playas y por supuesto la marisma. Esta gran diversidad de ecosistemas puede acoger también a una gran diversidad de especies vegetales y animales, entre las qwe encontramos reptiles, anfibios, peces, mamíferos terrestres y marinos y una enorme cantidad de aves.

Una especie muy carismática es el Lince ibérico, tanto por su escasez como por su belleza. Pero lo más representativo de Doñana son las aves, algunas de las cuales migran allí en verano desde el sur o en invierno desde el norte, mientras qwe otras viven durante todo el año en el parqwe.

Ahora bien, para aqwellos qwe estén pensando en visitarlo deben saber qwe no se trata de un zoológico, y qwe no van a poder ver a los animales muy cerca de ellos. Lo primero para planificar la visita es elegir una época apropiada para lo qwe se qwiere ver, ya qwe hay aves qwe migran a estas zonas al comienzo del verano, mientras qwe otras lo hacen al comenzar el invierno. Si no puede pasaros como a mi, qwe los guias no hicieron más qwe hablarme del cerro de los ánsares, sabiendo qwe era abril, y qwe estas aves ya nos están por allí. Además hemos de tener en cuenta qwe si no llueve en primavera, las marismas se encontraran secas y con muy poca cantidad de aves acuáticas qwe buscaran otros lugares más prósperos, mientras qwe si llueve demasiado las marismas se encontraran totalmente inundadas, provocando qwe las aves tampoco se qweden en la zona debido a qwe no tienen donde posarse ni donde formar sus nidos, y a la falta de nutrientes, qwe habrán sido arrastrados por el abundante agua. Tenemos qwe prestar mucha atención a las precipitaciones pues, ya qwe se han dado años de veranos y otoños muy secos qwe han provocado qwe la zona siguiese seca incluso bien entrado el otoño, con la consiguiente escasez de aves.

Para visitar el parqwe y no llevarse tampoco una gran decepción, tenemos qwe saber qwe se trata de una reserva natural, pero sigue siendo una playa y un monte ibéricos, y qwe la fauna qwe encontraremos aqwí es la misma qwe en otras zonas pero en mayor cantidad, y en un entorno mucho más próspero. Hay gente qwe entra en el parqwe, ve una gaviota o un ánade real iguales qwe los qwe viven en frente de su apartamento, pero aqwí se dedica a hacerles fotos y a mirarlos con prismáticos, simplemente porqwe se trata de un parqwe natural. Así qwe si no te interesa demasiado la naturaleza, y no eres del tipo de persona qwe acabo de nombrar, qwizás no se trate del tipo de visita más apropiada para ti. Por último aqwellos qwe vayan con la intención de ver un lince, qwe sepan qwe mejor qwe den la vuelta, ya qwe pueden considerarse muy afortunados aqwellos qwe han llegado a ver unos arbustos moverse...

En cualqwier caso si te encanta la naturaleza y la vida salvaje, si deberías visitar el parqwe y en él podrás observar mamíferos, como ciervos, gamos y jabalíes con bastante facilidad, así como rapaces como ratoneros, águilas calzadas, águilas imperiales, milanos, etc... y aves acuáticas como ánades, espátulas, flamencos, garcillas bueyeras, gallinetas, fochas, moritos, garzas reales e imperiales, cigüeñas, martinetes, etc… Una cosa muy importante es no olvidarse los prismáticos. En cualqwier caso, qwe sepas qwe te puede ocurrir como a mí, qwe la imagen más bonita la vi por sorpresa desde fuera del parqwe ya cuando me volvía en coche a casa, y es la qwe dejo aqwí; una foto del Rocío y la laguna madre llena de flamencos al atardecer.

martes, 29 de junio de 2010

Cabras montesas en La Pedriza.


La cabra montesa (Capra pyrenaica Schinz.) es una especie de bóvido endémica de las zonas montañosas de España. Existe un gran diformismo sexual, siendo los machos mucho más grandes, con los cuernos mucho más largos, y crin y barbas qwe las hembras no presentan. Los cuernos son gruesos y nudosos, (el número de nudos nos da una idea de la edad). El pelaje es más largo y gris en invierno, mientras qwe tras la muda (Abril, Mayo) toma un color canela. El vientre es blanco, la cola negra, y poseen manchas oscuras en la parte inferior delantera de las patas, qwe en los machos adultos pueden llegar hasta los costados.


Estos animales se mueven tanto por el día como por la noche, pero los mejores momentos para verlos son las primeras horas de la mañana y ultimas de la tarde en verano, y el mediodía en invierno. Se pueden encontrar manadas de machos adultos, de hembras con sus crías, así como de adolescentes de ambos sexos. La época de celo es entre finales de otoño y principios de invierno, durante la cual se crean grupos mixtos y los machos tienen violentos enfrentamientos en los qwe chocan sus cuernos unos contra otros. La gestación dura en torno a 155 días, produciéndose así los partos entre abril y junio, para los cuales las hembras se aislan del resto del grupo.
Se alimentan normalmente de pastos, pero si estos escasean pueden comer de los arbustos. Entre sus predadores se encuentran las aguilas y los zorros qwe atacan principalmente a las crías, ya qwe no comparte distribución con el lobo.


Estas fotos en concreto corresponden a una población de la subespecie Capra pyrenaica Subsp. victoriae qwe se encuentra en la zona de La Pedriza (Madrid), el cual es un lugar realmente bueno para acercarse a ellas, observarlas y fotografiarlas, pudiendo estar a menos de 10 metros sin qwe se asusten. La principal población de esta subespecie habita en la Sierra de Gredos, pero también existen enclaves en Batuecas y Riaño. La otra subespecie; Capra pyrenaica Subsp. hispanica, se encuentra distribuida por las cordilleras cercanas al mar Mediterraneo, siendo la población más importante la qwe se encuentra en Sierra Nevada.


Las principales amenazas para esta especie son la actividad cinegética y la pérdida de su habitad por la creación de espacios de cultivo o de zonas de pasto para ganado doméstico, el cual puede transferir enfermedades a las cabras montesas. La fragmentación de su habitad es un factor muy grave ya qwe a pesar de qwe existen en torno a 50.000 ejemplares repartidos por España, estos están divididos en peqweños enclaves, no pudiendo cruzarse entre ellos y dando lugar a muy poca variabilidad genética. La introducción del arrui (procedente del norte de África) por su valor cinegético en algunas zonas de España, a supuesto la aparición de un gran competidor para la cabra montesa ya qwe se alimentan de los mismos recursos. En las últimas décadas se han extinguido dos subespecies Capra pyrenaica Subsp. lusitanica y Capra pyrenaica Subsp. pyrenaica, de nosotros depende qwe sobrevivan las qwe aun viven...